lunes, 30 de diciembre de 2019

Urdimbre




Urdimbre. 2017
Acuarela y tinta sobre papel.
Sonido electroacústico, secuencia animada.

Hace algunos años incursioné en la música electroacústica como medio de expresión, recuerdo que había culminado la maestría en Musicología Latinoamericana con el trabajo sobre la música electroacústica de Antonio Estévez titulada El Mundo Virtual de Antonio Estévez. La composición electroacústica llamó mi atención.
La música concreta y electroacústica no necesitan de notación musical, tal vez puedan requerir de algunos  bosquejos o notas generales, pero no de partituras. En esta música la obra es concebida y fijada por el compositor en el formato de la cinta magnetofónica, es decir, la composición e interpretación inciden en el medio sin necesidad de intermediación una escritura musical. Esta técnica compositiva duró un tiempo breve, desde la década de 1960 hasta finales de 1970. Algunos autores consideran esta investigación musicológica como “arqueología de la contemporaneidad”, que, aunque abrió nuevos caminos en la composición y amplió la vinculación de los campos musicales, evolucionó rápidamente, al poco tiempo dejó de tener vigencia. Su tecnología fue superada, hoy es considerada como tecnología  musical obsoleta. Muchos compositores que utilizaron esta manera de componer no podrán ser escuchados, su música reposa en cintas hoy inaudibles.
Crear y experimentar en este tipo de música me condujo a una interpretación visual. Del resultado sonoro surgió una especie de boceto figurativo que manifestaba con timidez en trazos que entrelazaban o se  arrastraban a lo largo de segmentos temporales. Esto lo realicé en acuarela y tinta.  La pieza adquirió otra dimensión cuando logré animarla en una secuencia de imágenes.  Las técnicas de captura y tratamiento de sonido la trabajé en un taller con el músico Pedro Barbosa, en 2007.
Esta pieza acompañó mis investigaciones en la relación entre música y arquitectura. Fue finalizada en 2017, hoy la publico porque se lo debía.
Daniel Atilano
Dic. 2019

domingo, 22 de diciembre de 2019

Nuevos Tiempos


Chacaito marzo apagón 2019 

Diciembre tiempo de encuentro, de ruido, de música bullanguera como la gaita maracucha, tiempos de Maracaibo 15 y de Betulio, de Amparito, de Moza, de sus grandes éxitos. En el ocaso del año todo el alboroto se activa para minimizar la nostalgia y melancolía de un año que muere con la esperanza de uno nuevo que viene. Los caraqueños se encuentran en  familia, algunos planifican viajes,  otros la rumba, algunos sencillamente están allí en dos fechas Navidad y Año Nuevo.
La luz caraqueña es muy particular en esta época del año, el sol despide su tránsito anual por el sur, el frío hace se manifiesta desde noviembre. Son días  límpidos, diáfanos, tranquilos quizá por esto y lo anterior,  la tarde en Caracas adquiere un aire melancólico y nostálgico.
De niño solía participar en un grupito organizado por  una vecina, el 24 de   diciembre hacíamos un recorrido por todos los pesebres de la cuadra, cantando aguinaldos y recibiendo dulces. Desde entonces para mí es inevitable escuchar aguinaldos en navidad en mi casa al poner el pesebre,  el arbolito y los adornos. Es momento de tomarse un Ponche Crema.
La cocina, protagonista del encuentro  decembrino, preparación de hallacas, pan de jamón, pernil, pavo, ensalada de gallina, el dulce de lechosa y por supuesto vino, lo tradicional. Las preparaciones suelen tener un experto, el que sabe hacer la masa, el que sabe amarrarla,  a los niños se les pone a echar el aceite en las hojas o a colocar las aceitunas.  El gran cocinero experto hace el guiso el día anterior, es el mismo que prepara el pernil o el pavo.  Se dice huele a diciembre.
No faltan los festivales corales y por supuesto las gaitas intercolegiales, sin mencionar las antiguas patinatas que ahora muchos desconocen. El ambiente social es un alboroto de salidas, de encuentros, de rumbas y  reuniones. ...esto cambió.

Nuevos tiempos.

Encuentros “facetime”
Celebraciones “Instagram”
Reunión en red social
Saludo en escotilla digital

Luz blanca  
Tenue incertidumbre
Adiós abrazo
Adiós beso
Adiós canto

Rápida  imagen
Una pantalla
Felicidad obligada
Procesión por dentro

…Feliz Navidad

Daniel Atilano
Dic. 2019

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Carlos Atilano 1927-2006


Carlos Atilano 
19, abril, 1927 – 27, noviembre, 2006

Hace poco escuché “Begin the Beguine” de Cole Porter, fue inevitable pensar en mi papá, mi viejo.  Fue un señor de esos, de antes. Como decían “un macho”, en todo el sentido de la palabra, no encuentro otra que lo describa mejor. La imagen  más cercana, que mejor lo refleja es la de John Wayne… tropical. Su vida era una aventura constante, parecía no tenerle miedo a nada.
Su vida idealizada fue en Güiria, capital del municipio Valdez del estado Sucre. Llegar allá toma unas catorce horas por carretera asfaltada, por carretera de tierra no me imagino. Su pasión los peces, inventos y  productos del mar. Visualizaba y disfrutaba todo lo que significaba el mar y sus derivados: barcos de cemento, granjas de peces, inventos de pesquería, hornos de ahumar pescado, algas deshidratadas, laboratorios de camarones, etc. Mi casa era un museo de peces y nosotros los probadores oficiales de sus comidas e inventos.
Recuerdo el día que falleció, estaba yo dando clase y recibo una llamada de  mi hermana por celular sin anestesia me dijo: “El viejo se murió en Güiria, estamos aquí en mi casa”. Fui para allá.
Allí estaban mis hermanos y la vieja, ellos planificando en una pizarra, como ir para allá o como traer al viejo a Caracas, yo me sumé al plan. Mi sobrina que estaba en Güiria no informaba sobre los acontecimientos. Sonó el teléfono, “la urna no cabe en la avioneta”, se cayeron todos los planes.  La vieja nos dijo:”ustedes si hablan y planifican pendejadas, vámonos ya para Güiria”.  Todos pensamos “Carlos lo volvió hacer” a correr para Güiria.
Eran las siete de la noche, salimos en dos carros, viaje Caracas-Güiria, recogimos en Puerto La Cruz a una cuñada y a mi sobrina, llovió toda la noche en el trayecto. Llegamos a las seis de la mañana, a la urna le había puesto hielo abajo.
En el momento de la llegada una estudiantina y coro del colegio de monjas del pueblo había terminado de tocar y cantar. Todo se activó inmediatamente con nuestra llegada, éramos lo único que faltaba para proceder con el ritual. Llegaron los músicos, un trompetista, un trombón y un bombo, una banda fúnebre.
Los músicos preguntaron cuál era la canción favorita del viejo, “Begin the Beguine”, respondió mi mamá. Comenzó entonces, la procesión fúnebre hacia la iglesia del pueblo  al tempo lento del bombo con la famosa melodía.
La gente del pueblo se asomaba por las ventanas o salía al porche para despedir al viejo, las pisadas se escuchaban en los descansos de la melodía. Al llegar a la iglesia dispusieron el ataúd en el centro de la iglesia, frente al altar. Comenzaron los rezos. De pronto llegó un muchacho, alto, moreno con pantalones cortos y chancletas, de aspecto descuidado, parecía un loco de pueblo, se puso a jugar con el crucifijo que estaba en el cristal del ataúd dándole vueltas con sus dedos. El sacerdote seguía con los rezos, de repente con la mano dijo adiós y se fue por donde vino.
Salimos hacia el cementerio del pueblo acompañados por la banda y la música. Llegó otro hermano que faltaba. Todo transcurrió con normalidad pero el ataúd al descender se trabó, tratábamos de forzar el descenso, uno de mis hermanos  dijo, “déjala caer que del fondo no pasa”, nos reímos pero la vieja nos regañó, “sean serios muchachos”.
Mi papá descansa en Güiria, municipio Valdez del estado Sucre, ahora resulta lejos, muy lejos. Mi mamá solía decir en “Güiria el viento se devuelve” o “el diablo perdió el rabo”. Lo cierto es que el viejo está en su pueblo natal, fue muy coherente con su vida, pensaba, decía y hacía. Como todo ser humano se equivocaba pero fue muy coherente con palabra y acción. Adoraba a oriente, sobre todo a su pueblo, hasta en eso fue coherente.
Falleció mientras dormía, lo encontraron dormido en su cama, con el libro que estaba leyendo, seguramente soñaba con un mundo mejor con la ayuda de los productos del mar.
Hoy escuché “Begin de Beguine” de Cole Porter…

Daniel Atilano

martes, 22 de enero de 2019

Un espacio para el arte sonoro: aplicación de la representación músico-arquitectónica

La investigación docente: “Un espacio para el arte sonoro: aplicación de la representación músico-arquitectónica” consistió en la realización de un ejercicio de diseño donde se representó de secuencia de imágenes en movimiento sincronizadas con secuencias auditivas en formato digital.

La pantalla del computador se ha convertido el soporte habitual para mostrar el desarrollo del diseño arquitectónico. Aunado a esto, la vertiginosa evolución, progreso y aplicaciones en el tratamiento de la imagen en programas de modelación arquitectónica en manos de estudiantes y arquitectos ha permitido un desarrollo sin precedentes en términos de realismo, eficiencia y rapidez. 

La imagen “renderizada” y el desarrollo de dibujos animados con computadoras en el cine a principios de 1970 fue una técnica incorporada a la representación arquitectónica que enriqueció las posibilidades de expresión a través de recorridos y texturas virtuales en diseños de edificaciones. La inclusión del video aumentó las posibilidades expresivas de representación de la idea arquitectónica. 

La incorporación del sonido en sincronía con la imagen en movimiento produce una representación arquitectónica audiovisual. Se establece entonces un presupuesto básico que, según Michael Chion, se entiende como el “contrato audiovisual” en el cual el espectador establece un pacto de lectura entre imagen y sonido, asumiendo ambos elementos como “natural”. Es a partir de este contrato que se crea una ilusión audiovisual donde estas diferencias se atenúan y el espectador lo acepta como tal.


La presentación final de los estudiantes de 5º semestre de la Unidad Docente TAU de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela consistió en la entrega de un video en formato digital junto a un portafolio del desarrollo de la propuesta en  planos y maqueta.
Mostraremos y comentaremos las propuestas audiovisuales mejor logradas.

Diaglometismo: la textura del sonido del estudiante Eduardo Potella.



Diaglometismo: la textura del sonido. Eduardo Potella
(Disponible: https://www.youtube.com/watch?v=sDcSqLUi8ro&feature=youtu.be)

Esta propuesta representa al usuario realizando un recorrido hacia Centro de Arte ubicado en Bello Monte. Inicia en el exterior e ingresa mostrando los distintos espacios que  componen la edificación. Esta propuesta se caracteriza por el sentido lógico del recorrido, los sonidos del andar del transeúnte y la identificación musical de los espacios.  La escogencia de los sonidos y música mostró un buen balance y gusto en el discurso audiovisual. La duración es de cinco minutos. 


Centro Cultural Lincoln para la Música de María Fernanda Hernández


Centro Cultural Lincoln para la Música de María Fernanda Hernández
(disponible: https://www.youtube.com/watch?v=6kAyBZIYROc)


Esta propuesta inicia con la ubicación y contextualización de la parcela escogida para luego ingresar a la edificación. La propuesta se caracteriza por el arrojo juvenil, cálido y alegre en la escogencia de colores, diseño, música y adaptabilidad diurna y nocturna de la edificación. La estudiante demostró dominio en el uso de los programas de edición y video. Muestra plantas y cortes isométricos conjuntamente con los créditos del documento cuya duración es de cinco minutos con once segundos. 

Café Escuela de Música de Juan Pablo Alvarado


Café Escuela de Música de Juan Pablo Alvarado
(disponible: https://www.youtube.com/watch?v=erDGK-8F2EY)

La secuencia inicia desde la Av. Leonardo Da Vinci en Bello Monte atraviesa la Plaza Lincoln para ingresar a la edificación a través de un plano inclinado. El planteamiento lo realizó con sonidos generales y música electrónica. Se caracteriza esta propuesta por el dinamismo, la utilización de sonido estéreo, imágenes e iluminación muy bien logradas. El estudiante mostró maestría en la utilización de las herramientas digitales. La duración del documento es de cinco minutos con diecisiete segundos.  


Complejo Cultural de Música Bello Monte de Daniel Silva



Complejo Cultural de Música Bello Monte de Daniel Silva
(disponible: https://www.youtube.com/watch?v=aUxRjNJvvIA)

La secuencia inicia desde la Av. Leonardo Da Vinci en Bello Monte atraviesa la Plaza Lincoln. La propuesta se presenta como un edificio de porte institucional al cual se ingresa a través de una gran escalera hasta llegar a un portal cubierto. La música escogida se mantiene durante el desarrollo del documento, el estilo y el tempo acompaña el recorrido suave del transeúnte virtual. El documento se caracteriza por la elegancia y austeridad en la escogencia de materiales y colores. El movimiento de cámara en sincronía con los sonidos y música de ambiente reconforta la apreciación del documento. La duración del documento es de cinco minutos. 

Centro Experimental para el Arte Sonoro de Daniela García


Centro Experimental para el Arte Sonoro de Daniela García
(disponible: https://www.youtube.com/watch?v=DltFkHg1vPU)

La secuencia inicia con el sonido fuera de pantalla ("en off") para luego introducir la imagen de la edificación. Los sonidos en sincronía con el transeúnte virtual en conjunción con los sonidos ambientales ayudan a definir a los espacios: el vestíbulo, la terraza, el café. Los aplausos y la música definen el auditorio, la pieza musical nos acompaña en un segundo plano en el recorrido. El dibujo no muestra una linea limite de las formas que aunado al tratamiento del color, luz y sutileza en el uso del sonido hacen de esta propuesta un documento de agrado.  
Daniel Atilano